martes, 16 de enero de 2007

Contra la lesion deportiva, mas deporte

REPORTAJE
Contra la lesión deportiva, más deporte

Algunos especialistas aconsejan seguir haciendo ejercicio para tratar los problemas menoresGINA KOLATA 16/01/2007

Justo a finales de 2006, un destacado traumatólogo se estiró para levantar una caja pesada y se retorció la espalda. El dolor era agónico. No podía sentarse, y cuando se estiraba apenas podía levantarse. Así que el traumatólogo, James Weinstein, del Dartmouth College de EE UU, decidió salir a correr. "Me tomé un antiinflamatorio, me apliqué hielo y me fui", recuerda Weinstein. Cuando regresó, dice, se encontraba "bastante bien".

El dolor inflamatorio en realidad mejora cuando el paciente sigue moviéndose.
El tejido lesionado se cura mejor si está sometido a algún tipo de estrés por ejercicio.

Casi suena a herejía.
El consejo habitual para tratar lesiones es descansar hasta que el dolor desaparezca. Pero Weinstein y varios destacados expertos en medicina deportiva dicen que está anticuado y es contraproducente. De hecho, señala Weinstein, cuando le hace una consulta una persona activa, normalmente le dice que siga haciendo ejercicio.
La idea, según estos traumatólogos y especialistas en medicina deportiva, es utilizar el sentido común. Si se tiene una tendinitis, un esguince en un músculo o un tendón por excederse, no hay que volver a entrenarse inmediatamente al mismo nivel.
El consejo concreto puede diferir de un especialista a otro. Algunos, como Weinstein, afirman que la mayoría de la gente puede seguir con el deporte que les apasiona, aunque quizá tengan que moderarlo un poco, corriendo distancias más cortas o yendo más despacio.
Otros recomiendan un entrenamiento mixto, al menos parte del tiempo, y otros dicen que lo más seguro es realizar siempre un entrenamiento mixto hasta que el dolor desaparezca. Se puede acabar haciendo ciclismo en lugar de correr, o nadando en lugar de jugar a tenis. Pero a menos que sea algo tan grave como un hueso roto o un ligamento o un músculo desgarrado, lo peor podría ser dejarlo del todo. "Queremos mantenerle en movimiento", comenta William Roberts, especialista en medicina deportiva de la Universidad de Minnesota.
"El tejido lesionado se cura mejor si está sometido a algún tipo de estrés".Él y otros reconocen que el consejo de seguir moviéndose puede resultar sorprendente, y que algunos médicos podrían sentirse incómodos al darlo, preocupados por si sus pacientes hacen demasiado, empeoran las cosas y luego culpan al médico. "No estoy convencido de que esto sea parte de la formación de todos los médicos, o de que todos estén preparados para integrarlo en la medicina tradicional", dice Roberts.
"Hay que trabajar durante algún tiempo con deportistas para averiguar cómo hacerlo y cómo hacerlo bien"."La solución fácil es decir: 'No haga ejercicio", asegura Richard Steadman, traumatólogo de Vail (EE UU) y fundador de la Fundación Steadman Hawkins Research, que estudia el origen y el tratamiento de las lesiones deportivas. Ese consejo, añade, "es seguro, y probablemente se curarán con el tiempo". Pero, según él, "si la lesión no es grave, es probable que el reposo prolongue la recuperación".

Los investigadores dicen que se fueron dando cuenta paulatinamente de la importancia del ejercicio cuando hay una lesión. Hace unas décadas, Mininder Kocher, un especialista en medicina deportiva y traumatólogo del hospital de Niños de Boston, dijo que los médicos estaban tan resueltos a obligar a los deportistas lesionados a descansar que les escayolaban las rodillas, codos o extremidades dañados durante dos o tres meses.
"Cuando por fin se quitaba la escayola, el paciente tenía la extremidad rígida y los músculos atrofiados. Se necesitaban seis meses de tratamiento para recuperar la fuerza y el movimiento", afirma.Paralelamente, los investigadores se daban cuenta de que los dolores que son esencialmente inflamatorios -artritis y dolor lumbar crónico- en realidad mejoran cuando los pacientes siguen moviéndose. Ahora, algunos investigadores, como Freddie Fu, un experto en medicina deportiva y presidente del departamento de traumatología y cirugía ortopédica del Medical Center de la Universidad de Pittsburgh, y un compañero suyo, James H-C. Wang, estudian lesiones menores en un nivel molecular.
Se están centrando en la tendinitis, los tendones inflamados que son la perdición de numerosos deportistas y que afectan a entre el 15% y el 20% de los estadounidenses en todo momento. Los síntomas son de sobra conocidos: dolor e hinchazón. Para estudiar el proceso de la lesión, Wang cultiva tendones humanos en el laboratorio y los tensa repetidamente.
En experimentos realizados aparte, hace que ratones corran sobre una cinta hasta que sus tendones empiezan a mostrar las diminutas roturas microscópicas que se producen en las primeras fases de la tendinitis.Hasta el momento, afirma Wang, él y Fu han aprendido algunas lecciones importantes: la primera es que tensar forzadamente los tendones incita la producción de moléculas que participan en la inflamación.
Pero una pequeña tensión repetida de los tendones ya inflamados lleva a la producción de moléculas que curan la inflamación. Eso indica que un ejercicio moderado en realidad puede acelerar la curación.Y ahora sus resultados preliminares apuntan a que el tratamiento habitual para la tendinitis -tomar medicamentos como aspirina o ibuprofeno- pueden ayudar a reducir la inflamación cuando aparece la lesión, pero después de que la inflamación esté en marcha, pueden empeorar las cosas. Sin embargo, los expertos advierten de que la gente debe tener cuidado si intenta hacer ejercicio cuando está lesionada.
Algunos, como Fu, que es ciclista, Roberts y Steadman, dicen que la prioridad máxima es visitar a un médico y obtener un diagnóstico preciso para descartar una lesión grave. Otros, como Weinstein, afirman que una lesión de ese tipo, por ejemplo, un hueso roto o un tendón de Aquiles fisurado, conlleva unos síntomas tan graves que es obvio que algo va realmente mal.
"Si tuviesen una inflamación y una hinchazón que fuese muy sensible al tacto, lo sabrían", asegura Weinstein. "Y si probarán a hacer ejercicio, les dolería tanto que sencillamente no podrían".Como regla general, Kocher señala que si después de entrenarse el dolor no es peor que cuando la persona camina, hacer ejercicio "tiene mucho sentido". También ayuda psicológicamente a los pacientes, agrega. "Si retira a deportistas o a personas activas, se deprimen, se vuelven locos", explica Kocher.Noah Hano, de 34 años, sabe mucho de eso. Este agente inmobiliario competía en maratones y triatlones. Entonces contrajo una ciática grave, cuyo dolor es un resultado directo de la inflamación. Probó una terapia física, acupuntura y masajes, pero nada acabó con el "fastidioso y terrible dolor" que le bajaba por la pierna, afirma. Dejó de hacer ejercicio, pero el dolor persistía."Empecé a desesperarme", cuenta. Su padre le recomendó que llamara a Weinstein, que le dijo que siguiera haciendo ejercicio. Hano estaba ansioso por empezar. "Me fui al gimnasio y corrí en la cinta", dice. "Cuando me levanté a la mañana siguiente, fui a nadar y a montar en bici. Me dolió, pero cuando el médico me dijo que no me iba a quedar paralítico, me facilitó mucho las cosas".Weinstein dictaminó que el problema de Hano era un enorme disco que sobresalía, una hernia tan grave que la mayoría de los médicos le dirían que dejara de correr inmediatamente. Sin embargo, Weinstein creía que el ejercicio ayudaría a Hano a curarse.
Su tratamiento consistió en una sola inyección de cortisona en la zona inflamada que rodeaba al disco. La ciática desapareció de forma gradual y Hano sigue corriendo. "Tenía fe en que iba a poder superarlo", asegura Hano. "No quiero dejar de hacer lo que me gusta porque sienta dolor".

© The New York Times

viernes, 8 de diciembre de 2006

Quique Sanchez Flores (El Pais, 26-XI-06)

ENTREVISTA Fútbol Quique Flores"No conozco el miedo"CAYETANO ROS - Valencia - 26/11/2006"Capello siempre ha jugado a lo mismo: muy sólido atrás y muy buenosfutbolistas en la punta para resolver""No temo lo que temen los entrenadores: el partido, el vestuario, lasoledad... En fin, me gusta mi profesión""El salto que dio (el Madrid) cuando entró Guti fue muy grande. No leveo relevo. Su baja es una prueba para ellos""Vengo de una familia muy luchadora salida de la nada: mi tía (LolaFlores) murió con 72 años trabajando""Lo que no hay es un descanso adecuado. El número de partidos haaumentado y el de efectivos ha disminuido. Pero tenemos la sensaciónde ser un equipo ligero, veloz y fresco", explica Quique [Sánchez]Flores (Madrid, 2 de febrero de 1965), el entrenador del Valencia, alpreguntársele sobre la posibilidad de que las múltiples lesiones desus jugadores se deban a un exceso de entrenamiento.Pregunta. ¿Por qué se cayó el Valencia, bajas aparte, tras un arranquemuy bueno del curso?Respuesta. En el anterior tuvimos jugadores aguerridos en las bandas,como Angulo, Regueiro o Vicente, cuya ayuda al centro del campo es muygrande para encajar un sistema defensivo. Ahora, Joaquín y Silva sondistintos. Pero, sobre todo, hemos perdido la raíz del sistema:Marchena o Albelda. Somos un conjunto sólido que acaba imponiéndosepor aplastamiento.P. Al no disponer de Albelda, ¿se planteó cambiar la forma de jugar ytener más el balón?R. No hemos sido fuertes en ese aspecto nunca. Ni cuando se ganó laLiga y la Copa de la UEFA. Este equipo tiene sus orígenes y losfutbolistas se sienten incómodos cuando se les intenta cambiar. Elbalón no es la panacea del juego ofensivo.P. Se le reprocha cierta contradicción al haber predicado en su épocade analista un fútbol con más posesión de la pelota.R. Analizaba cada equipo. La inteligencia está en aprovechar losrecursos. Individualmente, había jugadores que me gustaban más queotros, como Aimar, a quien dimos muchos partidos.P. ¿No podría jugar sin un medio centro defensivo?R. Podría, pero he combinado a Edu y Baraja en la pretemporada. Quedóresumido en el segundo tiempo contra Osasuna, cuando se lesionóAlbelda. Lo intentamos luego con Jorge López y Hugo Viana y tuvimosmás pérdidas, menos fortaleza defensiva, menos juego aéreo y menosrecuperación.P. Ha optado por Pallardó.R. El momento colectivo no favorece la adaptación de un canterano.Trabajamos para que sea más correcto en el manejo del balón, pero nosda buenas sensaciones físicas para apretar y recoger basura en elmedio del terreno.P. ¿Sus propios errores?R. Tengo la obligación de revisarlo todo. Pero, finalmente, nos hemosroto en dos líneas de tres: en el medio del centro del campo y en elmedio de la defensa e incluso en el lateral izquierdo. Recomponer esoes muy complicado.P. ¿Trabaja bien el ataque?R. Sí, tenemos evoluciones colectivas en las que hay movimientospredeterminados. Intentamos crear una memoria en el futbolista enmovimientos de arrastres para que se generen espacios. Nada distinto ahace dos meses.P. Los futbolistas bajaron casi todos en su rendimiento hastaenfrentarse al Olimpiacos, cuando volvieron a subirlo. ¿Tuvo algo quever el regreso de Baraja?R. Baraja tiene un empaque y un coraje que influye en el resto.P. ¿Ha dañado el elogio a Villa?R. Es muy difícil asimilar tanta burbuja y tanta luz a los 24 años. Esbuen profesional, pero debe evitar aislarse del grupo.P. ¿Y Joaquín?R. Tiene un gran margen de mejora. Está intentando encadenaresfuerzos, defensivos y ofensivos, que antes no hacía. Tiene queaprender a jugar con los espacios. Es muy hábil en el regate y lasasistencias, pero debe saber elegir cuándo ir por dentro o fuera,cuándo amagar y recibir la pelota delante o detrás: las fases de unextremo.P. Con tanto esfuerzo, ¿no lo desaprovecha ofensivamente?R. No es tanto. Defensivamente, un interior está encajado opresionando. Hay que ser muy mecánico en eso. Pero, con la velocidad yla juventud que tiene, le va a quitar muy poco de ataque.P. ¿Le ha sorprendido Silva?R. Representa la cantera de verdad: dos cesiones y ya es letal. Lotiene todo. Velocidad, regate, gol, físico... Y no se arruga. Choca yva. Antes de conocerlo, me abrió los ojos al enterarme de que hizotodo lo posible por llevar el número de Aimar: el 21. Un valiente.P. ¿Ha sido injusto con Tavano?R. Veo cómo se entrena, lo que sufre para adaptarse a la ciudad, a suscompañeros... Intentamos comprenderlo. Pero no lo puedo llevar abatallas que va a perder.P. Hay jugadores que juegan mejor que se entrenan.R. En eso no creo. Romario hay uno. Y Ronaldo, cuando no se entrena,está fuera de peso y no puede jugar. Es lógico que el público quieraver a Tavano, pero quien tiene información sobre él es el cuerpotécnico.P. ¿Teme la ira de la grada?R. Como jugador y aficionado, he visto pitar a muchos entrenadores enMestalla. Procuro ver lo máximo, pero oír..., no oigo nada.P. Cuando dijo "aguantaremos como podamos hasta diciembre", ¿desprecióa los suplentes?R. Quise lanzar un mensaje de exigencia, no de miedo.P. Subraya mucho los errores de los jugadores. ¿No merma su confianza?R. Hemos cometido más errores cuando nos hemos debilitado con losjugadores. En la temporada pasada hicimos pública la señalización delos fallos y reaccionaron. Tienen que verse en el espejo.P. ¿Ha enseñado Fabio Capello algo tácticamente?R. Siempre ha jugado a lo mismo. En el Madrid en el que yo participédos meses fue eso: muy sólido atrás y muy buenos futbolistas en lapunta para resolver. Poca posesión y bastante envío largo.P. Sin Guti, ¿tiene creatividad?R. Es una prueba para ellos. El salto que dieron cuando entró fue muygrande. No le veo relevo.P. Capello tiene la confianza de Mijatovic y Carboni se la niega austed. ¿Cómo lleva la presión?R. Bajando la cabeza al grupo y evitando la fractura del vestuario.Trabajando con normalidad e impartiendo justicia. El grupo es joven ysabe lo que ve.P. ¿Pensó en abandonar?R. No va conmigo. No conozco el miedo. No me preocupa dónde cumplir mietapa de entrenador, sino hacerlo de la manera más profesional. Hayque ser fuerte, como lo fueron Cúper y Benítez, que lograron susobjetivos.P. El miedo mueve el mundo.R. No temo lo que temen los entrenadores: el partido, el vestuario, lasoledad... Me encanta la soledad, el vestuario me parece gente normaly los partidos son el momento de resumir el trabajo semanal. En fin,me gusta mi profesión.P. A veces transmite una imagen de prepotencia.R. Podría ser. No estamos acostumbrados a que las personas se dirijande manera directa.P. ¿Es vanidoso al expresarse?R. Sería muy triste que tuviera que ganarme el respeto a base dehablar mal o equivocarme. Como técnico me muestro igual que comopersona. Voy por la vida intentando argumentar lo que hago. El fútboles un circo por el que quiero transcurrir sin que me cambie.P. Cuando amplió su contrato, le echaron abajo un proyecto muyambicioso. ¿Por qué firmó?R. Cuando llegué, era la aventura más díficil que me podía plantear:reflotar a un equipo de un peso tremendo, sacar la autoestima dejugadores tan importantes... Me hizo ilusionarme tanto que tenía muchafuerza para el siguiente proyecto, éste. No tener todo el respaldo nome quitó ilusión. Tenía que defender algo que habíamos merecido el añoanterior.P. Cuando dijo que sacaría su raza, ¿se refería a la gitana?R. Seguramente. Vengo de una familia muy luchadora salida de la nada:mi tía [Lola Flores] murió con 72 años trabajando; mi madre, de 70,trabaja; mi padre lo ha debido dejar hace poco... Tenemos muchaenergía, pero no trabajamos más que la mayoría de las familias.P. ¿Cuál es su parte creativa?R. Tengo impulsos y pensamientos, pero no un lado creativo.P. ¿Le gustan los toros?R. Es un mundo que conozco porque mi abuelo, el padre de mi madre, melo explicaba.P. ¿Y lo de los banderilleros [así alude Carboni a Quique y suscolaboradores]?R. Peyorativo. El mundo del toro me merece todos los respetos. Aquísomos banderilleros, picadores, mozos de espadas, apoderados... Me lotomo a broma.